domingo, 24 de abril de 2011

¿Qué me queda?

Hacía tiempo que no me pasaba esto.. ya me entendéis, eso de tener muchas cosas que decir y no tener palabras con las que empezar. Es raro ¿no? No sé... con tantas cosas que contar y con tantas palabras como existen, no entiendo como no encuentro las adecuadas.
En realidad creo que escribo esto para ordenar mis ideas.. o mis sentimientos, aunque creo que mis sentimientos son difíciles de ordenar.
No hay nada que me importe demasiado como para estar segura de que no quiero dejarlo marchar o estropearlo, que quiero cuidarlo, que lo quiero para mí.. que va, no lo hay.. ni tampoco existe algo que me importe demasiado poco como para que si se marcha y me deja no sienta nada, no sienta ni siquiera un pequeño vacío. Quizás sea también inseguridad, de hecho, más que inseguridad, yo diría miedo. Miedo. Aunque me cueste admitirlo tengo miedo a que alguien me falle o a que mis ilusiones caigan en picado cuando se encontraban en lo más alto. Es que.. ¿sabéis?, eso duele.
Entonces lo veo normal. Hombre, a nadie le gusta sufrir y que algo duela tanto que crees que nunca serás capaz de curar esa herida, porque ya sabemos todos que las heridas del corazón son las más difíciles de curar y las que más tarde cicatrizan.
Yo a veces lo pienso y bueno, creo que en realidad no pido tanto. Los demás tienen cada uno su vida, sus historias.. y todos son felices, o al menos eso parece. Parece que tienen lo que quieren, que no necesitan más y entonces yo me pregunto..¿tan diferente soy? Lo digo porque lo que ellos tienen es lo que yo anhelo, una cosa simple: la felicidad. También podría pensar que ellos no tienen muchas cosas que tengo yo, etc, etc.. pero, eso no me da soluciones.
Creo que merezco un pequeño cambio en mi vida. Algo que me de nuevas sensaciones y experiencias. Algo con lo que no tenga que pensar en nada más... no sé, algo que me haga sentir especial en cada instante. Quizás sería más justo sustituir ese ''algo'' por ''alguien''.. sí, mucho mejor. Alguien. Alguien como tú, por ejemplo... pero, ¿quién eres tú? Es lo único que me queda por averiguar.

viernes, 22 de abril de 2011

Yo soy del sur

Ahora que llega abril, que las calles de mi ciudad comienzan a tener color gracias a esas primeras flores que brotan después de estar todo el invierno escondidas.. ahora tengo ganas de vivir. 
Ahora que el sol hace que todo tenga vida y que no tengamos que ir escondidos detrás de grandes abrigos oscuros... ahora tengo ganas de vivir. 
Ahora que los paseos de la tarde huelen a naranjos y a azahares. Ahora que con solo abrir la ventana puedes oler el amor que viven las calles. Pues bueno, ahora tengo ganas de vivir.
Tengo ganas de pasear por todas las calles sin miedo a perderme. De recorrer otras ciudades en las que nunca estuve. No puedo esconder las ansias de pisar la arena de la playa, dando así la bienvenida a todo lo que aún queda por llegar. El sentimiento de alegría viaja pegado al viento ... y entonces me pregunto: 
¿Quién no tiene ganas de salir a comerse el mundo?

lunes, 18 de abril de 2011

Apaga y vámonos

Hoy me pregunté seriamente... dije: venga tía, tienes que aclarar esto ya. Y entonces mirando por la ventana y escuchando el ruido del mar me di cuenta de que ni tú eres más bonito que eso. Sí, lo siento, pero es verdad. Ahí consideré que quizás... quizás esté enamorada del mar, no de ti. Paseando por la arena y notando su tacto en mis dedos entendí y sentí que quizás tus manos no sean tan suaves y delicadas como la arena que me acariciaba. Ya ves, quizás... quizás prefiera otras caricias. Y cuando por fin una suave ráfaga de viento besó mi cara, me convencí de que ni el más dulce de tus besos, ni el más salvaje, ni el más inesperado, sabe tocar mis labios como lo hace la brisa del mar. Incluso el olor que inundaba ese paseo me envolvía más que ese perfume tuyo que intento recordar cada noche. Ese perfume al que no me puedo resistir. Pero bueno, seguramente, de hecho pongo la mano en el fuego, a que lo cambiaría por el olor tan especial de un paseo entre olas. 

¿Me habré convencido ya? - pensé. Pues no.. de verdad, ¿quién se cree esto? Yo, desde luego, no. Intento aclarar las cosas y me doy cuenta de que está todo demasiado claro, pero no es la respuesta que yo quería. Y es que la respuesta es muy simple: eres lo único que necesito.

jueves, 14 de abril de 2011

Sin palabras. No hacen falta.


Llegaste sin avisar, así que me di cuenta de que ni los teléfonos, ni las notas, ni los mensajes existían para ti.
Entraste sin llamar, así que me pude dar cuenta de que los timbres no te importaban.
Te quedaste conmigo sin preguntar, así que pude notar que odias las preguntas sin sentido.
Me abrazaste sin pedirme permiso, y gracias a eso aprecié que sabes leer mi mirada.
Y con una sonrisa me besaste, y entonces ya entendí que cuando quieres algo, vas a por ello sin importar lo de alrededor.

lunes, 11 de abril de 2011

Nada más

Me gusta escucharte hablar, que me envenenen tus palabras, y me gusta también callarte, oír así el silencio de tus besos. Me gusta hacerte un truco de magia y que me pagues con una sonrisa, aunque también me gusta dejar que la magia la hagas tú al hacerme olvidar todo solo con rozarme la mejilla.
Me encanta que me invites a una copa, pero también me encanta sentirte cuando nos emborrachamos de amor. Es mi momento preferido aquel en el que me llevas a pasear por un sitio lleno de gente y me haces sentir especial en el lugar, pero tampoco puedo resistirme a esos momentos en los que nada ni nadie nos molesta y en el ambiente no se escucha más que tus palabras de amor. 
Sinceramente, no puedo elegir entre el más dulce de tus besos.. o el más tierno de tus abrazos. Entre la más inocente de tus sonrisas o la más valiente de tus miradas...
...Ya está sonando de nuevo el despertador, pero eso no significa que no pueda seguir soñando. Eso no significa que la realidad no pueda superar a mis propios sueños, eso no impedirá que siga pensando que no necesito otra cosa más que a ti para respirar. ¿Ves? Incluso me encanta que cada noche te entrometas en mis sueños.. y eso es lo que más me gusta de ti, que haces siempre lo que menos me espero y en el momento menos esperado.
Estar contigo es como tocar el cielo con las manos, como el sol del primer día de verano, como en un cuento.. estar contigo. Siento que tu compañía es el mejor regalo que me dio la vida, la fuerza que me empuja a seguir adelante, de todo lo que tengo es lo más importante. Estar contigo es como un sueño, del que no qiero despertar y abro los ojos y no estás.


miércoles, 6 de abril de 2011

¿Nos tomamos un café? Pero con ella no.. Solo tú y yo.



Yo entiendo que creas que ahora ella es lo único que da sentido a tu vida. Yo entiendo, o logro entender, que no puedas mirar a otro lado cuando ella pasa por delante. 
Me acostumbro a que sea su perfume lo único que quieras sentir y su mirada con lo que sueñas cada noche. He instaurado por rutina escucharte hablar de ella, sentir tu ilusión, aunque no por encontrarte conmigo. 
Me sé cada uno de tus sueños, cada uno de tus deseos en los que no aparezco yo. He aprendido de memoria cada detalle que te sabes de su piel, de sus gestos, de sus costumbres.
Y lo único que me queda por pensar es.. ¿qué tiene?
Cada día me esforzado por ti, por hacerte feliz, pero no conmigo. Por hacerte feliz con ella. 
He entendido, o he intentado entender, cada palabra, cada letra, cada acento de todo lo que me explicabas, te he apoyado y he estado a tu lado. Creo que estar a tu lado es lo único que me animaba a seguir adelante. 
Pero ya no. Ahora no me pidas que te deje ir con ella, no me pidas que imagine qué pasará cuando tu sueño se cumpla. No puedes pedirme eso. No puedes pedirme que entienda como te vuelves loco por sus caderas, o como despiertas cada día pensando únicamente en cruzarte con ella. No puedes recordarme tu deseo de contar los lunares de su piel o tu deseo de contemplarla en la intimidad, preciosa, única, perfecta.
Y ahora te diré algo, me he dado cuenta de que nada de esto va conmigo. Me he dado cuenta de que nada de esto merece la pena y que mis sueños a ti no te importan... quizás pensaste que a pesar de todo seguiría a tu lado, pero hay que cuidar a las personas de tu alrededor, darles cariño y tú no lo has hecho conmigo.
Creo que no tengo necesidad de continuar a tu lado, fingiendo cada día, esforzándome por poder brindarte una sonrisa cuando me hablas de ella. Una sonrisa sincera no es nada fácil, de hecho, no lo conseguí nunca.. aunque quizás tu te lo creíste. 
Si me conocieras, si me hubieras conocido.. esto quizás no sería así. Tú te darías cuenta cada vez que mi sonrisa me suponía un gran esfuerzo. Te hubieras dado cuenta cuando mis ojos decían que no querían escuchar más de ella... te hubieras dado cuenta de que soy una persona que esconde mucho en el interior. Pero tampoco te has esforzado mucho por saber quién soy realmente, y yo no me muestro sincera ante las personas que no sienten interés por conocerme.


Seguramente cuando vuelva a oir una palabra tuya, cuando vuelva a ver tu sonrisa, todo esto que he escrito estará olvidado... Pero lo que no olvidaré pedirte será una oportunidad. Una oportunidad para que me dejes mostrarme como soy. Date una oportunidad para conocerme.