miércoles, 6 de abril de 2011

¿Nos tomamos un café? Pero con ella no.. Solo tú y yo.



Yo entiendo que creas que ahora ella es lo único que da sentido a tu vida. Yo entiendo, o logro entender, que no puedas mirar a otro lado cuando ella pasa por delante. 
Me acostumbro a que sea su perfume lo único que quieras sentir y su mirada con lo que sueñas cada noche. He instaurado por rutina escucharte hablar de ella, sentir tu ilusión, aunque no por encontrarte conmigo. 
Me sé cada uno de tus sueños, cada uno de tus deseos en los que no aparezco yo. He aprendido de memoria cada detalle que te sabes de su piel, de sus gestos, de sus costumbres.
Y lo único que me queda por pensar es.. ¿qué tiene?
Cada día me esforzado por ti, por hacerte feliz, pero no conmigo. Por hacerte feliz con ella. 
He entendido, o he intentado entender, cada palabra, cada letra, cada acento de todo lo que me explicabas, te he apoyado y he estado a tu lado. Creo que estar a tu lado es lo único que me animaba a seguir adelante. 
Pero ya no. Ahora no me pidas que te deje ir con ella, no me pidas que imagine qué pasará cuando tu sueño se cumpla. No puedes pedirme eso. No puedes pedirme que entienda como te vuelves loco por sus caderas, o como despiertas cada día pensando únicamente en cruzarte con ella. No puedes recordarme tu deseo de contar los lunares de su piel o tu deseo de contemplarla en la intimidad, preciosa, única, perfecta.
Y ahora te diré algo, me he dado cuenta de que nada de esto va conmigo. Me he dado cuenta de que nada de esto merece la pena y que mis sueños a ti no te importan... quizás pensaste que a pesar de todo seguiría a tu lado, pero hay que cuidar a las personas de tu alrededor, darles cariño y tú no lo has hecho conmigo.
Creo que no tengo necesidad de continuar a tu lado, fingiendo cada día, esforzándome por poder brindarte una sonrisa cuando me hablas de ella. Una sonrisa sincera no es nada fácil, de hecho, no lo conseguí nunca.. aunque quizás tu te lo creíste. 
Si me conocieras, si me hubieras conocido.. esto quizás no sería así. Tú te darías cuenta cada vez que mi sonrisa me suponía un gran esfuerzo. Te hubieras dado cuenta cuando mis ojos decían que no querían escuchar más de ella... te hubieras dado cuenta de que soy una persona que esconde mucho en el interior. Pero tampoco te has esforzado mucho por saber quién soy realmente, y yo no me muestro sincera ante las personas que no sienten interés por conocerme.


Seguramente cuando vuelva a oir una palabra tuya, cuando vuelva a ver tu sonrisa, todo esto que he escrito estará olvidado... Pero lo que no olvidaré pedirte será una oportunidad. Una oportunidad para que me dejes mostrarme como soy. Date una oportunidad para conocerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario