jueves, 28 de julio de 2011

A ella, para ella, a Natalia.



Hay momentos en los que te sientes como una completa desconocida y allí está ella para recordarte quién eres. Es ella quien hace que cada día sea diferente y especial. Es con ella con la que puedo reír hasta llorar y llorar y llorar... Nos saltamos las reglas, pero tenemos algunas normas como por ejemplo: no se llora, no se sufre, no se dan oportunidades a quienes no las merecen, ni se pierde el tiempo con quien no se debe.
Nos hemos equivocado juntas y por separado. Nos hemos perdonado y pedido perdón y aquí seguimos juntas, tal y como nos conocimos. Bueno, he de admitir que cada una aportamos lo básico que se necesita en la vida, somos diferentes pero necesarias una para la otra y complementarias, como un puzzle.. Pura perfección.
Hemos recorrido cientos de kilómetros, no nos importa el cómo ni hacia donde íbamos. Lo único verdaderamente importante es que como siempre, íbamos juntas. 

Nosotras hemos construido otro mundo, diferente al de los mortales. No tenemos etiqueta en la sociedad y nos encanta. Somos así, especiales y como ninguna otra. Ni siquiera nos gustaría ser como esas que se pasean meneando las caderas de acera a acera. Nos reímos de ellas y del mundo. Ella me lo ha enseñado. Soy como soy y ella me quiere así. 
Yo también la quiero a ella, me atrevería incluso a decir que la quiero mucho más, pero nosotras hemos aprendido y nos hemos enseñado que en lo nuestro no se habla ni de límites ni de cantidades.

A ella... A ELLA (mejor con mayúsculas, porque se lo merece ) tengo mil cosas que decirle aunque hablemos 32 horas al día, y eso que solo tienen 24. Tengo mil cosas que agradecerle, pero sabemos que hay cosas que no se cuentan ni se escriben como yo estoy haciendo. Hay cosas que se demuestran, y gracias a que podemos entender nuestros silencios, gracias a que podemos entender nuestras miradas, nuestros gestos.. Gracias a eso, no tendría que hacer esto, pero quiero recordárselo. 
Hemos compartido lugares, canciones, frases, momentos.. Más quisieran ellos saber qué es tener alguien con quien compartir y recordar de esta manera.

Hemos hecho esas cosas nuestras. Son para nosotras y solo nosotras sabemos qué significan. Nadie nunca ha entendido lo nuestro, ni pretendemos que lo hagan.. Lo único que hacemos es reír al repetir que ellos no entienden de qué va lo nuestro.
Sé que esto parece más amor que amistad, pero es que lo nuestro es diferente. Lo sé.
Los que nos conocen se dan cuenta, si cuentas conmigo, cuentas con ella. Si cuentas con ella, cuentas conmigo. Dos en una, y una en dos.
Experiencias y experiencias que nutren cada paso al caminar. Momentos y momentos que llenan de nostalgia nuestra sonrisa.
Estamos juntas, en esto y en todo. Nunca estará una de nosotras sola, lo sabemos y por eso nada nos preocupa. Ni distancias ni barreras pueden romper lo que hay.
Y el repetiría, y le repetiría una y otra vez: ''Mira cariño, yo te quiero, te necesito, y sabes que juntas siempre.'' Parece una frase típica de una niña de 12 años, pero ya sabes que seguimos teniendo nuestro lado infantil, sino.. Con tantas responsabilidades, ¿como nos íbamos a reír de todo? (De verdad, para aquellos que no nos conocen, nos reímos de todos y de todo.. Hasta de nosotras mismas, porque la risa es el motor de nuestros días).

Quiero pasear, saltar, reír, nadar, hablar, cantar, contar chistes, gritar, correr, comprar, probar, experimentar... Todo, juntas, como hasta ahora, como hasta siempre.
Porque ya lo sabes, ya lo sé. Lo sabemos: nosotras desde el momento en el que esto empezó, hasta siempre, hasta el final. Juntas y para siempre.

miércoles, 6 de julio de 2011

Durmiéndome entre tus dedos

La vida que nos acompaña a las espaldas abunda en exceso de pasos en todas direcciones. Pequeñas pisadas que intentan encontrar el camino correcto.
Yo lo único que busco es construir contigo castillos de arena indestructibles ante el mar, el viento y lo que nos echen.
Hacer las maletas juntos, mezclando hasta la ropa interior, para así conducir hacia lugares desconocidos hasta para los que allí viven. Entonces podremos rellenar con historias, escritas con tu letra intercalando la mía, todas las páginas de ese cuaderno de cubierta azul tan bonito que decidiste regalarme. No mientas, sabías que el azul era mi color.
Que tu hagas el café los miércoles y yo te lo agradezca. Que vaya caminando por las tantísimas aceras que tiene la vida y con una sonrisa orgullosa digas al verme llegar: ''Esa es mi chica''.
Busco sin encontrar. Aunque siempre tardo el tiempo que no tengo en darme cuenta de que he encontrado todo lo que buscaba.
''Chica joven busca el tiempo que perdió y el que otros le quitaron'' (¿o era al revés? bueno, eso que más da ahora). Si alguien lo encuentra pueden buscarme en el tercer sueño a la izquierda, callejón sin salida entre colchones y paredes que escuchan, pero no hablan...
Tú eres cada esquina de mi vida y cada escalón de ascenso hasta llegar a tocar las nubes, y el arcoiris, y todo lo que no está a mi alcance.
Sabes lo que quiero y lo que no, sabes que mirada es la que habla y cual la que tristemente no tiene nada que decir.
Has logrado descubrir poco a poco qué es lo que quiero que entiendas cuando digo que te odio o te grito que me olvides... ya sabes, un simple juego de contrarios.
Bufandas de colores y canciones sonando en el CD que te grabé. Suenan todas menos la número 3, la nuestra, rallada de tanto escucharla.
Sonrisas enmarcadas en madera, cartas de amor con olor a lavanda. Habitaciones llenas de secretos y paseos cubiertos de polvos de hadas, aunque no nos hacen falta, podemos volar sin ayuda. Juntos podemos todo.
Por saber, sabes hasta mi helado preferido y el color de la cucharilla que intento utilizar para tomármelo.
Sabes que día de la semana tienes que llamarme ''cariño'' y que no puedo despertarme sin que me digas: ''Vamos arriba princesa, tenemos un día más en el luchar''
Sé que mi perfume te hace enloquecer, y esos vaqueros que me regalaste... bueno, te gusto más sin vaqueros.
Te gusta verme danzar de un sitio para otro sin rumbo fijo y sonríes con dulzura cuando me quedo dormida esperando a que te duermas tú primero. Aunque esté dormida lo sé.
Llámame. En la marcación rápida de tu móvil me tienes en el número 1. 
Reserva para dos.. elige por mí, sabes que me encanta que lo hagas y que encima, aciertes. Mesa, lugar... elige y empezamos de nuevo nuestra historia, desde el primer momento en el que tu mirada se cruzó con la mía. Podemos fingir que nos estamos conociendo y reírnos de todos los que se lo creen. Reírnos de la vida y seguir caminando, juntos, pero tú con las zapatillas de colores en los pies, esas que te regalé aquel atardecer.
Ya te lo he repetido mil veces: ''Amor mío, juntos esto de la vida está chupao''.