Ahora,
tranquila ciudad,
Se cubren con un manto de hojas.
Los árboles se desnudan gritando a voces que todo empieza…
…O que todo acaba.
La tez morena contrasta con las nubes que,
Por capricho,
Cubren el sol que tantas horas nos acompañó incansable.
Despierta la brisa fresca que nos susurra al oído:
‘Ya huele a otoño’
Se doblan las vidas que madrugan,
Y las que no trasnochan.
Primeros esfuerzos.
Primeros objetivos.
Se abre el cajón famoso que todos tenemos
Y decidimos guardar los recuerdos de la estación que se marcha.
Compramos cuadernos nuevos en oferta,
Ya sabéis, ‘Vuelta al Cole, 2x1’,
Y empezamos a escribir lo que comienza.
Pequeño resumen de lo que acaba.
Y deseos de poder tener,
En aquellos días que quedan por llegar,
Algún minuto de tiempo fuera de la normalidad establecida
Para dedicarlo a nuestro nuevo almacén de recuerdos.
Primeras camisas de mangas largas,
Satisfacción porque los vaqueros no dan calor
Y enormes ilusiones porque llegue la gran estación,
La estación aclamada por los mortales
Y mortalitos, sobre todo,
Que esperan ver llover caramelos un día de cabalgatas
O ver como un árbol tiene como fruto todo aquello que escribieron en una carta.
Los demás esperamos...
Y esperamos…
Y volvemos a esperar,
Pensando,
E incluso convenciéndonos de que lo que vendrá será mejor.
Nadie atiende a lo bonito,
Porque la verdadera belleza tiene que ser analizada detenidamente y…
Supuestamente,Nunca hay tiempo.
Nadie se para en un Octubre ajetreado a mirar a los árboles,
A escuchar lo que dice el viento
O sentir el crujir de las hojas.
'Estamos demasiado ocupados', pensamos.
'No tenemos tiempo', creemos.
Y cuando abrimos los ojos una mañana de domingo,
Nos enteramos que quedan dos semanas para asar el pavo en el horno de los abuelos.
Hoy me atreveré a realizar la escrupulosa tarea de aconsejar,
Si pudiera os diría:
Mirad por las ventanas,
Salid a las calles,
Pasead junto al frío mar,
Disfrutad de un café en una terraza…
Pararos en mitad de la vida
Y pensad por unos instantes en el lugar en el que estáis,
Porque así os daréis cuenta de todo lo recorrido
Y, sobre todo,
De lo que aún queda por llegar.
Os saldrá el orgullo por los poros
Al descubrir lo valientes que habéis sido durante lo que lleváis de vida.
A mí me gusta el otoño, me encanta,
Adoro la primavera, mucho,
Y es que tienen secretos que nadie logra descubrir.
Es la transición,
Y lo importante no es el destino, sino el viaje.
Por eso os recomiendo que observéis el otoño,
Disfrutéis de sus secretos
Y esperéis con tranquilidad lo que vendrá.
Es cierto que el tiempo no espera a nadie,
Pero os podéis permitir un alto en el camino para observar lo que el tiempo os regala.