Suele ocurrir... creo.

En realidad no hay mucha cosa que contar.

Bueno, sí la hay, para qué mentirnos, ¿no? Ya hay confianza entre nosotros: yo me ocupo de contar cada detalle de mi vida y vosotros de vez en cuando os encargáis de leerlo y disfrutar.. o no. Bueno, que más da. 

El caso es que son tantas cosas.. Que da pereza y a la misma vez ganas de escupir todo lo que llevo dentro, pero es tan difícil. Sí, porque en poco tiempo y sin quererlo han pasado muchas cosas que no tienen ninguna conexión. Todo es absurdo, pero no hay nada que no sea importante. Cada detalle de nuestra vida ayuda al transcurso de las cosas, a que nuestro camino vaya tomando dirección. Son hechos diferentes y difíciles de enlazar. Quizás, el único nexo que hay entre todas soy yo. Es lo más seguro, aunque prefiero no pararme a analizarlo. Bueno, tampoco hay que ser mago para adivinar lo que tienen en común todas esas historias. Tengo que ser yo, simplemente porque soy la única protagonista de cada hecho. Protagonista o culpable.. cada uno que lo llame como quiera, lo de denominar es lo que menos me preocupa ahora mismo.