Esperar. Te llevo esperando día tras día, te llevo esperando mañanas y noches, y aún sigo esperándote cada amanecer, cada atardecer, cada vez que sale el sol y se esconde. Aún sigo esperando cada minuto una señal de esperanza y fuerza. Aún sigo esperándote aquí, sentada, aun sigo esperando a que llegues para quedarte.
Desesperar. Llevo desesperada sin ti desde el momento en que me enteré que te quería en mi vida. Mi estado actual, mi estado más normal sin ti es la desesperación, solo mientras tú no estás. Es la desesperación la que me incita a decirte lo que te necesito, es la que me da las ganas de coger mis maletas e ir a buscarte, sin miedo a perderme y señalándote a ti como destino.
Hasta que no te encuentre, hasta que no seas para mí no pararé y día tras días, noche tras noche estaré esperando desesperada a que de una vez pueda ver como compartes conmigo todo lo que eres, lo que puedes ser conmigo y todo lo que seremos juntos.
Yo te espero y tú no estás, no entiendo la película.
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